Año nuevo junto a la Gran Magia Tropical 2008

“ESTA ES MI VENGANZA, MI VENGANZAAAAAAAAAAAAAA”

Alrededor de un mes antes del 31 de diciembre, empecé a preguntarme que sería de mí este año nuevo. Por qué se preguntará Ud. estimado lector, pues, como es normal, el común de la gente lo que hace es reunirse con la familia, con una rica “cena” muy parecida a la de navidad a esperar las doce de la noche y desearse lo mejor para el año que se viene. Pues bien, la verdad es que ya hace un par de años, se ha hecho común reunirme con mi otra familia, esa que te apaña hasta cuando terminas debajo de la mesa sin poder pararte producto de ese destilado que te hace la vida un millón de veces más fácil, o bien cuando terminas llorando sin saber lo que te pasa, al más puro estilo de una película de terror del gran Alfred Hitchcock[1]. Además de lo anterior, como es sabido por muchos de Uds. el año nuevo pasado había dejado la vara más que alta, por lo que creía muy difícil poder superarlo con creces. Hasta que, el 14 de diciembre, recibí la noticia que estaba esperando hace un par de días: los pasajes estaban listos para que, el 28 de diciembre, partiéramos nuevamente al complejo turístico más caro de shile, ubicado nada más ni nada menos que en “zapallar norte” como indica el propio dueño.

Todo estaba listo y dispuesto. 28 de diciembre, bajé de las alturas del pishu en dirección a mi segunda casa, aquella que me ha visto crecer, y en la que cada uno de sus miembros conocen hasta el más mínimo detalle de mi persona, incluido algunos que ni aún yo reconozco[2]. Se abren las puertas de aquel departamento, al ritmo de la gran magia tropical, augurándome un viaje bastante “sound” al ritmo de la “cumbia joven” y con musho sentimiento, que me hizo preguntarme si es que debería haber llevado de esas falditas tipo tutú para poder apañar a quien iba a cargo del volante. Así es señores, el mismísimo Victor “el father” Rojas, nuevamente comandaba el bólido para lástima de la Coté “Marijo” Rojas, quien alegó todo el camino (en secreto por supuesto[3]).

Antes de partir, en casa de los red, Carmencita “la chiquitita”[4] se encargó de entregarnos las llaves al desenfreno máximo y vorágine propia de una celebración de tal magnitud[5]. Sin más, haciendo un par de “maromas”, nos entregó un par de botellas con tal codiciado elixir, y el que a más de alguno hizo que afectara sus funciones tanto neuronales como psicomotoras[6].

Ya era hora de iniciar el viaje. Una vez en el auto, me di cuenta de que no eramos solamente cuatro personas, si no que nos acompañaban también el Maykel Chávez, el Daniel Betancourt, y el no bien ponderado Roberto Guzmán, quienes al ritmo de sus famosos temas, nos enseñaron del amor y el desamor, con grandes frases como “ o te quedas o te vas, porque ya no aguanto más, necesito tu calor, y los besos que me hacen volverme loco de pasión”, o bien “quiero de tu boca esa furia loca, esa furia loca que me esta matando, quiero de tus ojos tan iluminados una luz que borre todo mi pasado, mujer fatal, mujer sensual, extremadamente ilógica, dramatizas todos tus movimientos, pero no comprendes lo que yo siento”.

Después de tales declaraciones, no quedaba más que tomar aquellos consejos y ponerlos en práctica el día de año nuevo. Arribados ya al complejo, antes de entrar, cada uno de nosotros se persignó, y pidió a budha para que nos diera claridad mental y compañía en esta estadía. Nos abre la puerta Rodrigo “Ya po, tómate una piscolita” Méndez, y al más puro estilo Luís Pinto nos dice “dentren no más, que adentro no hay ningún medio acreditado”. Entorno a la mesa, ya se encontraban la Lu y la Pía, quienes con su mejor cara, nos dijeron, “siéntanse no más en confianza cabros”.

La primera noche pasó piola. No causamos ningún estrago digno de recordar, por lo que me quedé tranquila, esperando ilusamente, que los días próximos a venir, nos comportáramos de la misma forma.

Sábado en la mañana, se nos ocurre la brillante idea de ir a la playa. Lo que ocurrió ahí, fue sacado de un pasaje del Apocalipsis bíblico. Méndez, se encontraba poseído, si señores, ¡poseído! Créanlo o no, una jauría de demonios quisieron expresarse a través de él, y con una gran “eructo” nos reveló las mejores partes del Apocalipsis .Las nubes empezaron a tapar a toda la “bahía”, y el viento a soplar, de tal forma, que a más de alguno se le dio vuelta el quitasol, como lo hizo notar una persona que se encontraba cerca de nosotros[7].

Después de aquel episodio, no quedó otra que volver al departamento, sin no antes haber exorcizado a nuestro amigo por cualquier eventualidad. Ya en el departamentos aparecieron las “cositas” para tomar, primero con un “ponshe” de durazno. Con ello, las cartas para jugar una partida de carioca, que se vio interrumpida abruptamente por las acusaciones hechas por Pablitro “Galo” Guerrero en contra de mi persona, pues, como siempre he dicho, los últimos serán los primeros. Cambio de juego, sacamos las credenciales que acreditan nuestra militancia en el “Club de Bachillerato de Papudo” y comenzó la carrera. Lideraba el juego la Marijo, detrás Pablo, con frases tales como “Olvídame” o “Will you marry me”.

Llegó el momento de prepararnos para la noche, donde, como de costumbre salieron los tragos más fuertes, y de la mano, los planes para asistir al “Ankla discoteque”. Bajamos a la playa para terminar los bebestibles, donde nos acompañó un rato el “Milton” perro vagabundo de la zona.

Después de que los “varones” hicieran sus necesidades a la orilla del mar, nos preparamos para entrar a la disco. Como tenemos más plata que la shusha, pagamos la “adhesión” felices de la vida pues costaba luca con cover’sssss. El objetivo de la noche consistía en bailar con un pokemón, meta que la Pía logró en una forma insuperable, como se enterarán más adelante en este relato. Una vez adentro, como presagiando lo que ocurriría la noche de año nuevo, nos dispusimos a subir al proscenio. Al ritmo de “Con mi short y polera” y “Quien le hizo eso a ella, tan bella”, vestidos como los mejores reggeatoneros, la discoteque se empezó a llenar. Llegó mi turno de ir al baño, y por supuesto, como siempre pasa, me hice amiga de una lady que se encontraba en el interior. Con mi mejor intención le dije “oh, que linda tu polera”, a lo que contestó “mamita, Ud. no sabe, esto es un baby doll, la mejor manera de conquistar hombres”. Sorprendida, le pregunte “oye así por ser, dónde le puedo adquirir uno?”, enseguida, con un ademán, me respondió “Ahí por el barrio de maiggs existe un abanico de posibilidades…. Incluso, ahora se llevan con animal print”. Por lo que mi próxima adquisición será sin duda una de esas prendas.

Transcurrió la noche entre trago y trago, yales iban y venian, contorneándose al ritmo de los más sensuales temas, tan de moda hoy por hoy.

La noche se acababa, por lo que nos dirigimos al hogar. Pasaron un par de minutos, y el dueño de la casa se acerca indignado a nuestra pieza. “Oye, quien chucha meó todo el baño?”, a lo que Pablo respondió en forma inmediata “desconozco” seguido de un “Glande Vito”[8]. Pero eso no fue todo. El Nico, con un grito nos hizo notar que había un olor de extraña procedencia en toda la casa. Como los días anteriores no habíamos sentido nada, y el único que se había integrado aquella noche era Federico “Viña te entretiene” Simon, fue el blanco. La Marijo, sin dudar, lo mandó a lavarse los piecesitos de niño, azulosos de frío. Más bien azulosos de descomposición diría yo.

Y llegó el día de año nuevo, por lo que los preparativos empezaron temprano. El Nico, la Marijo y yo fuimos a comprar lo necesario, mientras que Vito y Pablito tratarían de superar el record de las doce horas tomando, alcanzados el día anterior. El resto de los cabros ordenaba un poco la casa después del huracán que había azotado al complejo. En el supermercado, el Nico en busca de postre[9] para la noche, se percató que en el local solo había helado “Chamonix”. Lo que no sabía, y si bien nos enteraríamos más tarde, era que el vendedor estrella de aquella marca, se encontraba precisamente en la casa.

Se acercaban las doce de la noche… 3, 2,1 FELIZ AÑO NUEVO!. Junto con los abrazos, y los mejores deseos para este año, empezó la pirotecnia papudana, desplegando al máximo los recursos obtenidos el 2007, por lo que Vito no quiso si no agradecer a la alcaldesa, gritando a todo pulmón “Shhhh se rajó la Muni”. A su vez Méndez decía “los fuegos artificiales y el champagnazo son muy parecidos a tener sepso”.

Las botellas de un litro y medio ya estaban llenas de líquido feliz, por lo que partimos. Ahí nos esperaba, el mega medio escenario, solo para nosotros. Al parecer, los integrantes de la sonora se encontraban “atravesando el desierto” por lo que les pedían trago a los espectadores. Sin vacilar, Rodrigo y Pablo les daban trago a destajo.

Llegó el momento de las gatitas[10], por lo que con un gesto y un cambio de luces logramos subirnos al escenario. Luego de bailar un par de minutos junto a la banda, no dude en ofrecerle mis servicios al vocalista[11].

Es aquí, dónde empieza el juego de “quién se pierde primero”. Todos empezaron a desaparecer. La Marijo se perdió en un cerro entre medio de unos matorrales, la Pía, como supimos después, se encontraba bailando con su amigo pokemón que había conocido la noche anterior, Pablo y Vito se perdieron con unas yales de dudosa procedencia, el Nico bailaba con la vecinita que tenía antojo y a la Lu con Méndez se los había tragado el mar.

Cada uno volvió como pudo a la casa. Algunos tomando, otros trotando, algunos llorando, otros cantando. Al día siguiente salieron las explicaciones. A la Coté la había atacado un flayter’s de la zona. A Vito mi tocaya, la lady Macarena. Pablito termino tomándose una copita de coñac con el chef del club de yates. A la Pía, los pokemones. A Mendez lo habían abducido los marcianos que cantaban el cha cha cha[12], a la Lu los tallarines con sopa de espárragos del año pasado, y el Nico tuvo una conversación de aquellas con los Carabineros de la zona.

Hoy, nuestros protagonistas se encuentran en las siguientes actividades:

Pía Castillo: Actualmente se desarrolla como editora periodística del programa “El diario de Eva”.

Víctor Rojas: Se encuentra en el sur de Chile, bajo pena remitida, extrayendo muelas. También ha sido designado como representante oficial del sindicato de vendedores de helado chamonix y chocopanda.

María José Rojas: Ad portas de estrenar el remake de la película “Psicosis”. (del terror’ssss).

Pablo Guerrero: Glosador de corazón, se encuentra sentando las bases para nueva jurisprudencia en torno al caso del “secuestro de la marijo”. Últimamente ha señalado de “desconoce” detalles con respecto al caso.

Luciana Villanueva: Todavía se pregunta que fue lo que le dieron para tomar la primera noche.

Rodrigo Méndez: Se encuentra encadenado a la embajada de Nueva Zelanda esperando que le entreguen la visa para un sueño.

Nicolás Gómez: Prepara los detalles para la grabación de la última placa de la “Gran maroma tropical”.

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[1] Se recomiendo ver Psicosis

[2] Esa va pa la tía Carmen, jajajaj.

[3] Que ya no lo es… si vito, alegó todo el camino de que manejas como las berenjenas.

[4] O la nona para algunos (uyyy por esa me llega reto)

[5] como es posible ver en algunas imágenes.

[6] Coté, Mira para adelante por favor, no vayas a chocar otra vez.

[7] “Shhh Juan, yo sabía que se te daba vuelta el paragua”

[8] Que weón más ordinario…

[9] No sé pa que mierda buscaba postre, si postre íbamos a quedar de todas maneras en la noche.

[10] Estas gatitas volverán señor lector.

[11] Como manager por supuesto, jajajajjaa

[12] Igual que el marido de la Patty Maldonado